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ChatGPT se convierte en tu asistente de compras: lo que debes saber

  • Foto del escritor: Esp. Willmar Tarazona Faneyth
    Esp. Willmar Tarazona Faneyth
  • 3 oct
  • 2 Min. de lectura

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Hasta ahora, la idea de un chatbot era simple: pedirle información o “una ayudaíta”. Pero, como Sam Altman y su equipo no se quedan quietos y ahora ChatGPT ya puede realizar compras online por ti. Desde elegir el regalo de cumpleaños perfecto hasta pedir el supermercado semanal, la IA ya está cruzando una línea: deja de ser solo un asistente de información para convertirse en un agente comercial (con todo lo que esto implica).


Lo interesante es que, este “ChatGPT comercial” no funciona con anuncios ni patrocinios. Sus recomendaciones no vienen de marcas que pagan, sino de criterios propios del modelo, basados en tus necesidades y preferencias. Además, la compañía promete que estará también disponible en las versiones gratuitas.



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Se espera su masificación global en los próximos meses. Imagen cortesía OpenAi


Una experiencia sin clics

La idea es sencilla: reducir al mínimo el proceso de búsqueda y compra, que quita mucho tiempo a los consumidores. Ahora tú puedes pedir: “Compra entradas para el cine el sábado a las 7:00 pm para la función (la que gustes)” y el chatbot lo resuelve. O “necesito zapatillas de running de color (el que quieras)” y en segundos tienes el pedido listo para solo confirmar.

El salto es enorme: ya no hablamos de buscar en Google ni de comparar en Amazon, sino de confiar en que la IA decida qué y cómo comprar.

Entre la ayuda y el riesgo

Aquí surge la gran pregunta: ¿hasta qué punto queremos que la máquina decida por nosotros? El nuevo sistema de OpenAI promete transparencia, pero la línea entre “ayudarte a comprar” y “convencerte de comprar” es muy delgada.


Además, hay dilemas claros:

  • Privacidad: el chatbot necesita conocer más de tus hábitos de consumo. Por ende tendrás que alimentarlo con datos, potencialmente sensibles.

  • Dependencia: delegar en la IA decisiones que antes eran tuyas puede atrofiar tu criterio de comparación (además de perder esa conexión emocional de la experiencia de compra).

  • Confianza: ¿cómo asegurarte de que la recomendación es realmente neutral y no guiada por acuerdos comerciales futuros?


Que una IA haga tus compras suena cómodo, casi mágico, al más puro estilo de Los Supersónicos. Pero también es un recordatorio de que cada avance tecnológico lleva implícito un contrato invisible: cedemos control a cambio de eficiencia.


Hoy es pedirle a ChatGPT que te compre un libro. Mañana, quizás, será dejar que decida qué seguro contratar o qué universidad elegir para tus hijos. La pregunta ya no es si puede hacerlo, sino cuánto estamos dispuestos a dejar que lo haga.


Autor: Esp. Willmar Tarazona Faneyth | CDO Rúbrica Agency

 
 
 

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